DISEÑO EDITORIAL
FIESTA DE LOS PESCADORES
La primera vez que oí hablar de la fiesta fue en San Lorenzo, una mujer conchera, migrante colombiana en el Manglar Cayapas – Mataje me hablo de una celebración en el mar. Bajo la lluvia recordaba a su abuelo; imitando las voces que, según él decía cada instrumento en la fiesta.
“Sabía decir mi abuelo, dizque que decía el Bombo –Me tiro al barriaaal, Me tiro al barriaaal, Me tiro al barriaaal; y el Cununo decía, como lo tocan así (hace movimientos rapidos finjiendo tocar el instrumento) –Cambiemos culito, cambiemos culito, cambiemos culito, cambiemos culito, cambiemos culito; y la maraca decía –quichuchaquiri – quichuchaquiri – quichuchaquiri – quichuchaquiri; (con un grito y moviendo las caderas fingía ser la marimba) –lambamen, lambamen, lambamen"
Eso y su manera de hablar y de relatarme la fiesta de sus ancestros, me transporto a lugares llenos de misticismo, donde la hibrida mezcla de las religiones, las razas (en su mayoría negra), las creencias, cientos de rituales y la gente como representante de la identidad africana (que todos/as la tenemos). Tiene como resultado este trabajo fotoperiodistico de 3 años de investigación, que es un tributo a su gente y a la naturaleza infinita que hacen que sea un paraíso.